20.6.07

El Poder de las Redes (5)


El usuario 2.0

Los nuevos usos y herramientas web nos demuestran que estamos introduciéndonos en nuevas etapas en la historia de internet. Competencias y habilidades a las que no estábamos acostumbrados se ponen de manifiesto a la hora de interactuar con los contenidos desde la multiplicidad de lenguajes que este medio nos ofrece.

Desde este lugar, Cecilia Sagol[1] se cuestiona “¿Qué competencias debe tener hoy el usuario de la red para incorporarse a estas tendencias?”

La autora reflexiona acerca de la importancia de la recuperación del acto de la escritura, a partir de estas nuevas prácticas que surgen como consecuencia de iniciativas de participación desde la producción y no solamente desde el consumo, que es la forma en que estamos habituados a relacionarnos con la información.

Si bien es complejo definir con claridad los momentos que transitamos en el presente, podemos dar algunos indicios de cuáles serían las pautas de interacción y las habilidades necesarias para formar parte de lo que actualmente se denomina Web 2.0.

La autora cita también conceptos del especialista Aníbal de la Torre[2], que incluso profundizan respecto de las posibilidades educativas de esta nueva forma de introducirnos en el mundo de internet. En “Web Educativa 2.0”, publicada en Edutec[3], De la Torre dice: “En los últimos meses estamos asistiendo a una amplia extensión del concepto de Web 2.0, cuya principal característica podría ser la sustitución del concepto de Web de lectura por el de lectura-escritura. Multitud de herramientas están ayudando a que los procesos productivos de información que se desarrollan en torno a la Red se puedan poner en marcha sin casi ningún tipo de conocimiento técnico, y sin un excesivo gasto de tiempo. Por ello, poner en marcha actos educativos en torno a internet (Web educativa 2.0) resulta hoy en día una tarea mucho más fácil desde el punto de vista de los recursos lógicos necesarios, con lo que podemos hacer prevalecer nuestro perfil docente sobre roles más cercanos al mundo de la Informática”.

Bajo estos fundamentos es que Cecilia Sagol[4] establece una interesante asociación explicando que “los cambios en esta nueva etapa tienen que ver con dos movimientos profundamente relacionados: una nueva organización de la información y una participación diferente del usuario. Así como hablamos de la Web 2.0 podríamos hablar de "usuario 2.0". [5]

De este modo, vemos a la Web como una serie de entramados que van flexibilizándose acorde a las necesidades e inquietudes de los usuarios que, a su vez, cuentan (o deberían contar) con habilidades diferentes de las necesarias para lo que conocíamos como la Web 1.0 tradicional.

La producción y el gran caudal de información fueron desbordando las posibilidades de abarcar todo; por ende, fueron surgiendo aplicaciones y destrezas que permiten a los cibernautas delinear sus preferencias en internet en el intento de hacer un uso cualitativo y no sólo cuantitativo del inmenso flujo de información que circula.

Para acercarse a una interacción inteligente con la Web, los usuarios deben aprender constantemente nuevas formas de relacionarse con este medio a través de distintos softwares que vienen a simplificar y dinamizar el recorrido por los sitios de sus preferencias.

Con este objetivo surgen constantemente nuevas aplicaciones, que en muchos casos ni siquiera requieren que instalemos programas en nuestra PC, sino que nos permiten resolver todo en línea, con la mayor efectividad y practicidad posible. Todo pensado estratégicamente para simplificar la tarea, resolver publicaciones en poco tiempo, acceder a información según un criterio de preselección, socializar nuestras producciones, comunicarnos de forma efectiva con gran cantidad de usuarios, conformar comunidades de interés, aproximarnos al intercambio de conocimientos y hasta, en muchos casos, participar de espacios donde poder plantear situaciones problemáticas y encontrar la respuesta de forma colaborativa. Pero todo este bagaje de conocimientos en la práctica no surge de manera inmediata, sino a través del contacto permanente con estos recursos que la tecnología pone a nuestro alcance, y somos nosotros, los usuarios, quienes vamos adaptándonos, aprendiendo de manera prácticamente intuitiva, visualizando en esta otra dimensión de la Web un espacio de potencial enriquecimiento social.

Afirma Sagol que “la intervención de los usuarios se realiza a partir de la sustancia escrita. Los usuarios 2.0 son escritores, y escritores públicos. Han generado nuevos códigos de escritura –que han levantado polvareda entre los puristas del lenguaje–, pero el lenguaje escrito es el medio de comunicación.


Estos dos últimos puntos implican que hay un cambio básico del canal fundamental de la información: de lo oral a lo escrito. Venimos de décadas en las que la radio y la televisión dominaron el panorama informativo; en que los altoparlantes anunciaban los vuelos en los aeropuertos. Hoy, la cantidad de información hace imposible que este tipo de canal sea suficiente: los vuelos se anuncian a través de grillas, los noticieros sobreimprimen información, Internet se maneja básicamente con información escrita”.

Sin embargo, a medida que los medios avanzan y se expande cada vez más la posibilidad de acceso y participación, se percibe que no sólo la escritura está formando parte de un importante avance productivo, sino que también otros lenguajes, como el audiovisual, pueden ser un camino desde la producción. Por tanto, lo interesante de este fenómeno no radica en el triunfo de la escritura sobre la oralidad, o sobre el impacto del consumo audiovisual, sino que el eje principal desde donde se sostiene esta transformación social es la posibilidad de ser “productores de contenidos”.

Como enfatiza la autora “lo más interesante es que se trata de una escritura pública, una escritura de opinión, de expresión de ideas, permeable a la polémica, que diseña un nuevo espacio de intercambio de pensamientos como hace siglos que no se daba en la historia”.

Asimismo, señala que “el otro aspecto importante en la competencia del usuario 2.0 es el manejo del inglés. Las múltiples herramientas que ofrece la Web 2.0 –necesarias para aprovechar las ventajas de internet– están en un inglés básico y estándar pero que muchas veces funciona como una barrera para ciertos usuarios. No se trata de leer a Shakespeare sino de seguir instrucciones con un vocabulario muy limitado pero que es percibido como imposible por muchos.

No va a ser muy difícil desentrañar las potencialidades que ofrecen actividades como compartir información, escribir ideas propias, socializar lecturas o participar en una enciclopedia colectiva. Son actividades que se fundan en redes sociales, y desde el aspecto práctico, ético, académico, no pueden ser más que bienvenidas en el mundo de la educación”.

Ventajas más sobresalientes

Entre las ventajas que nos ofrece la Web 2.0, Pablo Mancini, en la nota El abecé de la Web 2.0 y la transformación de los mass media[1]analiza los beneficios desde el punto de vista de los usuarios como también del de las empresas. Resulta interesante aproximarnos a estos dos puntos de vista, puesto que permiten comprender el funcionamiento de este binomio y las formas en que interactúa.

“Para las compañías prestadoras, los potenciales modelos de negocios se ven tentadores. Servicios pagos podrían ser gratuitos e incluir publicidad, alcanzando cada vez una mayor cantidad de usuarios. Sin embargo, de no contar con la capacidad tecnológica suficiente, una aplicación web 2.0 podría ser lenta (como muchas lo son) y consecuentemente fracasar (como muchas lo harán, entre ellas también aquellas que no sean súper simples de usar).

Para el usuario se abren algunos beneficios, como la posibilidad de acceder a servicios que hoy son pagos, ampliando su capacidad de uso. Por otra parte, dejaría de ser una variable clave con qué computadora cuente el usuario, porque no necesitará gran capacidad tecnológica para usar programas que hoy la demandan. Una poderosa conexión a internet sería lo más importante. Pero cuidado, con estas herramientas y con el almacenamiento de datos relacionados a los usos, se inauguran nuevas discusiones sobre la seguridad y la privacidad. Porque como muchos ya han manifestado, a futuro, las aplicaciones web 2.0 implican que los usuarios deleguen el almacenamiento –con la seguridad y privacidad que debería conllevar- a las empresas”.

Sitios web de consulta para conocer más sobre el tema

Los usos de las herramientas de la Web 2.0, según un estudio inglés, Carolina Gruffat. educ.ar

Ciudadanos 2.0 en la era digital, Cristóbal Cobo. E-rgonomic

Quién participa de la Web 2.0. De usuarios productivos e improductivos, Carolina Gruffat, educ.ar

El auge de la clasificación colaborativa de la información en internet, Carolina Gruffat, educ.ar

Softwares que cambian las cosas, sujetos que toman las riendas, Pablo Mancini, educ.ar

Twitter y los nuevos usos sociales de la Web, Carolina Gruffat, educ.ar

Historiador.net habla del valor de las redes sociales, Carolina Gruffat, educ.ar



[1] El abecé de la web 2.0 y la transformación de los mass media, Pablo Mancini, educ.ar http://weblog.educ.ar/sociedad-informacion/archives/007368.php


[1] Cecilia Sagol Web 2.0., usuarios 2.0. Educ.ar

[3]Edutec Comunidad Virtual de Tecnología Educativa

[4] Cecilia Sagol Web 2.0., usuarios 2.0. Educ.ar

Material diseñado por Karina Crespo, para el Portal Educ.ar


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